miércoles, 29 de octubre de 2008

Una ayuda divina

Esta mañana he recorrido los stands de la Feria de la Clementina de un pequeño pueblo de mi comarca. La mandarina es la hermana pequeña de la naranja, y en los distintos puestos, habían diferentes tipos de mandarinas, hasta un total de doce tipos diferentes (clementinas, clemenvillas, satsumas, fortune, ellendale, ortanique...) pero, a simple vista, sería incapaz de diferenciarlas.

La verdad es que da que pensar. La mandarina es pequeña, sabrosa, fácil de pelar, tiene mucha vitamina C y pocas semillas.

Entonces, ¿para qué tantos tipos de mandarinas?


De pequeño, mi profesor de ciencias nos enseñó cómo conseguir rosas de diferentes colores y, si no recuerdo mal, se trataba de cortar una rama de un rosal e injertarlo en otro. El tema no funcionó, pero abrió una puerta para que la gente razonara sobre la evolución de la naturaleza.

En la actualidad, la evolución genética ha permitido desarrollar cereales resistentes a las plagas y ha lanzado un interesante debate sobre los alimentos transgénicos. Pero no tocaré este tema, que podría ser motivo de otro artículo.

Volviendo a las mandarinas, la evolución de las mandarinas está ligada a la evolución de las personas. Y si somos capaces de hacer alimentos resistentes a las plagas, también somos capaces de desarrollar la medicina para que nuestra salud sea más resitente a los ataques externos o enfermedades.

Una de los nuevos desarrollos consiste en concebir a un ser humano seleccionado genéticamante para que su cordón umbilical permita salvar a sus hermanos de enfermedades como la leucemia. La posibilidad de tener bebés seleccionados genéticamente para servir de donantes y curar a hijos gravemente enfermos es otro paso más en esa evolución. No sé si la moral o la ética tienen algo que decir en estos casos, ya que, lo mire por donde lo mire todos salen ganando. Aunque no se trata de conseguir un premio, sino de regalar vida.

La evolución en el campo de la genética va a ser un tema de debate durante los próximos años y deberemos tener en cuenta las distintas opiniones que se puedan generar en nuestra sociedad. La evolución de la especie humana y la decisión de hacia dónde queremos ir es importante para todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

APARTE DE LAS MANDARINAS QUE SON BUENAS RESPECTO A LA GENETICA Y LAS POSIBILIDADES DE PRESENTE Y FUTURO QUE TIENEN ES UNA PENA QUE EXISTAN PERSONAS , POLITICOS Y HASTA GRUPOS DE PRESION NO LAICOS QUE ESTEN EN CONTRA. OK.